28

Lo importante de cumplir años es festejar lo que has hecho con tu vida y de cómo aprovechaste el ultimo año de ella; no del cómo lo festejas o con quién. Me tomó veintiocho años comprenderlo.


Definitivamente no he hecho todo lo que he querido, ni planeado hacer para cuando llegara a esta edad, pero he logrado hacer la mayoría, he hecho muchas otras cosas que no estaban en mi mente, y mejor aún, he vivido cosas que pensé solo serían en mi imaginación.


Vivo lejos de mi familia y mis amigos, y los extraño; estoy en un país que no es el mío, donde no hablan mi idioma, y mucho menos yo hablo el suyo. Tengo muchos planes a futuro, pero no se siquiera si tengo un futuro. No importa.


A mis 28 años puedo decir con gusto:


Soy feliz a pesar de, y eso me hace aún más feliz.

Yo Dislexia ♥

Ya es por muchos sabido, gracias a mis constantes quejas, que soy disléxica; pero lo que la mayoría cree es que digo ser disléxica para justificar mi estupidez. No señores, la estupidez la controlo, ¡la Dislexia no!.


Es difícil explicar algo que no entiendes, como difícil es aceptar algo que no quieres.


Para ser honesta, prefería seguir creyendo que era estupida de nacimiento, a que me diagnosticaran dislexia ¡a mis 16 años! Justo cuando creí haber sobrevivido a las exigencias ortográficas de la primaria y la secundaria, resulta que debía re-aprender lo que aprendí mal.


¿Qué es Dislexia? ¿Porqué a mi? ¿En que momento? ¿Cómo estuvo? ¿Y ahora que se hace? Todo eso me preguntaba al mismo tiempo que reía, de nervios obviamente. Ahora rió porque en verdad me resulta ridículo, senseless.


Resulta que la dislexia no es solo ver o escribir las letras al inverso, como el 3 por la E o cambiar el orden de las letras en la palabra, como Gracia por Garcia; también aplica en los números y en el calculo de los mismos, que se llama Discalculia, Disgrafía y Disortografía es este problema de distinguir lo que tus ojos leen y lo que tus oídos escuchan, estan más relacionado a la ortografía. Hay quienes tienen un tipo, hay quienes tienen dos, o hasta los tres teniendo uno predomínate, y los hay en diferentes grados.


Lo que creí era una mala ortografía y desinterés por las matemáticas resulta que era una combinación de las anteriores, claro con un nivel no tan severo como para preocupar alguno, pero si lo suficiente para hacerme ver idiota.


Aunque no se sabe si nací con ella o la desarrolle, obvio ¡yo tengo mi teoría! Mi madre, con todo el amor y siempre pensando en mi bien, me hizo diestra cuando notó que escribía con la mano izquierda repitiéndome una y otra vez ‘se escribe con la derecha’. No recuerdo donde pero, escuche que ese tipo de cambios puedes ocasionar confusiones en la forma de reaccionar del cerebro. Ahora cada vez que preciso distinguir la derecha o izquierda, debo ver mis manos, recordar con cual escribo y ¡listo!. No, esa no es mi teoría, es solo una historia que me gusta contar, pero si creo pudo ser así como empezó todo.


¿Cómo pase 9 años en la escuela sin que nadie notara algo? Y ¿cómo a los 16, cuando se supone ya tienes las bases del lenguaje bien aprendido? Yo no era disléxica, me hicieron. Y fue culpa del Inglés, que también me causo DDA.


Los primeros 3 años de la escuela los curse en un colegio bilingüe, donde todos los días, las ultimas 2 horas era todo en inglés. Recuerdo perfecto mi sufrimiento al empezar las clases porque la maestra no se dignaba si quiera a traducir lo que decía; también recuerdo como sufría al leer lo que ella escribía, porque de alguna forma lo que yo leía no coincidía con lo que yo escuchaba. En la mañana me decían que la H no suena, pero en la tarde me sonaba a J cuando la maestra nos preguntaba ‘How are you?’ .. ‘Güel tu bi onest aim faquen confiust! Tenks’.


En algún momento me di cuenta que algo estaba mal, porque también recuerdo cuando decidí ignorar a mi maestra antes de terminar peor en Español, que era la calificación más importante. Durante 3 largos años, pase las clases de Inglés escuchando una voz muy parecida, si no es que igual, a la voz de la maestra de Charlie Brown. Los 3 siguientes años, tomaba clases de inglés dos o tres veces por semana, durante máximo hora y media; mi cerebro cambiaba a stand by automáticamente al escuchar inglés. Mientras tanto mi Español era bueno y correcto; verbos correctamente conjugados, sin pleonasmos, sin S innecesaria al final de ciertos verbos, ¡hasta la elocuencia les manejaba! pero no me pidieran que escribiera mi discurso porque ahí valía madres.


Para cuando empecé la secundaria yo ya tenia memorizado lo básico en ortografía, así que decidí darme la oportunidad de aprender Inglés por las buenas, antes que mi maestra ‘la Hitler’, le decían, me pidiera la oportunidad por las malas. No me fue TAN mal, hasta eso.


El problema realmente empezó en la preparatoria cuando debía aprender otros idiomas, aparte del Inglés, por aquello de mi carrera; pero las clases de Frances sólo sirvieron para descubrir que era disléxica. De un semestre a otro.


Recuerdo la total confusión durante un largo dictado, recuerdo haber hecho muchísimas preguntas ortográficas, recuerdo haber escuchado en primer plano “¿Es broma, o te volviste estúpida durante las vacaciones?”, y al fondo “¿No serás disléxica?”, pero sobre todo recuerda la sensación de alivio al saber qué lo que me pasaba tenía nombre, y no era precisamente ESTUPIDEZ, a menos que dislexia fuera sinónimo de estupidez y yo no supiera.


Semanas después del diagnostico ya no estaba tan segura de sentirme aliviada. No hay cura, no hay tratamiento especifico porque el comportamiento de la dislexia varia según la persona, y yo ya estaba en edad avanzada. ‘Aprende a vivir con ella’ dijeron.


Y aunque saber que era disléxica me ayudo a entender muchas cosas en mi que no tenían sentido, lo divertido empezó en la universidad, pues yo era disortográfica en potencia, ¡y que potencia!.


Oficialmente he tratado de aprender Ingles, Frances, Portugués y actualmente Italiano logrando solo arruinar mi Español.


Preguntar si se escribe con C, S o Z; si se escribe con G o J, B o V hablando de Español; o cambiar el orden de las letras en una palabra preguntar si se escribe con TH o D, si es doble T o R hablando en Inglés ¡es de principiantes!.


Yo no solo cambio el orden de las letras en la palabra, también le agrego o le quito letras, o peor aún cambio el orden de las palabras en la oración, no se acentuar porque no distingo el sonido de la silaba tónica; escribo inglés en español (fain-fine) y español en portugués (escrever-escribir), con el italiano me rendí; pienso dos formas en que podría expresarme y escribo mitad una y mitad otra, omito artículos y preposiciones, leo sin entender o entiendo otra cosa completamente diferente. Y lo más reciente, entiendo lo que escucho, pero no se si era Ingles, Italiano o Portugués, y por ende no se en que idioma responder, y la más cagada hablo Ingles, Español e Italiano en la misma oración.


No importa lo mucho que me concentre para pensar las cosas antes de decirlas, no importa cuantas veces lea lo que escribí para corroborar que esta correcto, no importa el parote que me hace tener el bendito corrector ortográfico en mi Mac, siempre la cago en algo y no lo puedo evitar.


He aprendido a vivir con ella. Y señores, permítanme decirles que la dislexia es un asco de roomie.

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